Un joven de la ciudad se fue al campo y le compró un burro a un viejo campesino en 20 mil pesos. El anciano acordó entregarle el animal al día siguiente, pero al día siguiente le dijo:
-Tengo malas noticias. El burro murió.
-Bueno, entonces, devuélvame mi dinero.
-No puedo, ya lo gasté.
-Entonces, entrégueme el burro.
-Lo voy a rifar.
-¡Estás loco!
-El burro está muerto, pero no voy a decirlo a nadie que está muerto.
Un mes después se volvieron a encontrar el viejo vendedor y el joven comprador.
-¿Qué pasó con el burro?
-Lo rifé. Vendí 500 boletos de a 50 pesos cada uno.
-¿Y nadie se quejó?
-Sólo el ganador, pero a él le devolví sus 50 pesos...
-Tengo malas noticias. El burro murió.
-Bueno, entonces, devuélvame mi dinero.
-No puedo, ya lo gasté.
-Entonces, entrégueme el burro.
-Lo voy a rifar.
-¡Estás loco!
-El burro está muerto, pero no voy a decirlo a nadie que está muerto.
Un mes después se volvieron a encontrar el viejo vendedor y el joven comprador.
-¿Qué pasó con el burro?
-Lo rifé. Vendí 500 boletos de a 50 pesos cada uno.
-¿Y nadie se quejó?
-Sólo el ganador, pero a él le devolví sus 50 pesos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario