martes, 20 de marzo de 2018

Él se lo buscó



Mi mano temblaba mientras sujetaba fuertemente ese viejo martillo de zapatero que con tanto amor me había heredado mi abuelo. Esa herramienta simbolizaba para mí el trabajo y la responsabilidad. En mi mente no lograba comprender como un objeto que representaba el amor, el respeto y la admiración hacia una persona ahora estuviera cubierto de sangre.

Las gotas en el piso indicaban la dirección que había que seguir para llegar a la escena que hubiera consternado al más valiente.

“Él se lo buscó”, pensaba en mi cabeza, si no me hubiera provocado, si no se hubiera burlado de mi familia, si no me hubiera hecho llegar al punto de la desesperación esto no habría sucedido, pensaba yo mientras guardaba nuevamente mi querido martillo en su sitio.



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